Sedema detiene proyecto de Six Flags: La nueva atracción será reubicada sin afectar el arbolado
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) anunció ayer que no autorizará el derribo de 151 árboles para la instalación de una nueva atracción en el parque de diversiones Six Flags. Esta medida responde a las preocupaciones ambientales y las demandas de los vecinos, quienes habían convocado protestas y llamados al boicot contra el centro de atracciones.
El pasado domingo, se había programado una manifestación frente a Six Flags en rechazo a la propuesta original, que incluía el desmonte de una parte significativa del arbolado del parque para dar lugar a la nueva montaña rusa denominada Roller Coaster. La decisión de Sedema de no permitir el proyecto en su forma inicial ha sido celebrada por los residentes locales y ha llevado a una rápida reestructuración del plan por parte de la empresa.
En respuesta a la resolución de Sedema, Six Flags emitió un comunicado en el que afirmaron haber encontrado una solución alternativa que evita la tala de árboles. Hemos encontrado una solución que responde a la petición de las autoridades y al sentir de los vecinos, siempre en pro del medio ambiente, declaró la empresa. El nuevo plan implica reubicar la atracción Roller Coaster en una zona diferente del parque, específicamente en un área de estacionamiento que no afectará el arbolado existente.
La determinación de Sedema y la subsecuente decisión de Six Flags de ajustar su proyecto han sido recibidas con satisfacción por los vecinos de las colonias aledañas. Diego César Valdez, residente de la colonia Miguel Hidalgo, tercera sección, expresó su aprobación: La decisión de Sedema es acertada y la rapidez con la que se resolvió el caso demuestra un compromiso real con la protección del medio ambiente. Permitir el proyecto en sus términos originales habría sido una puerta abierta a más depredaciones del bosque.
Valdez también subrayó que, aunque este logro es significativo, la atención del gobierno de la ciudad y la alcaldía debe ahora centrarse en otras problemáticas del bosque del Ajusco, como los asentamientos ilegales y las construcciones no reguladas que se ofrecen como ecoturismo pero que no contribuyen de manera sostenible al entorno natural.
El proceso de consulta vecinal que Six Flags había iniciado, a solicitud de Sedema, formaba parte del protocolo, a pesar de que el proyecto no estaba clasificado como una gran construcción. Este procedimiento ha sido criticado por algunos vecinos como una medida tardía, pero ha contribuido a la presión social que llevó a la revisión del proyecto.
A medida que Six Flags avanza con su nuevo plan, se mantendrá una vigilancia comunitaria sobre la implementación de la nueva propuesta para asegurar que se cumplan los compromisos adquiridos.
La Secretaría del Medio Ambiente también continuará supervisando el cumplimiento de las normativas ambientales en futuros proyectos dentro del parque, y los ciudadanos están llamados a mantenerse informados y participar en los procesos de consulta que se lleven a cabo.
Six Flags deberá presentar a Sedema una propuesta detallada para la nueva ubicación de la atracción, la cual será evaluada para garantizar que cumpla con las regulaciones ambientales vigentes. La empresa ha reiterado su compromiso con el desarrollo sustentable y la responsabilidad ambiental como ejes centrales de sus operaciones en la Ciudad de México.