Madres buscadoras acusan desorganización y falta de seguridad en las brigadas de búsqueda en Acapulco

Las activistas denunciaron desorganización y falta de seguridad por parte de las autoridades encargadas de la búsqueda de personas en la entidad
Madres pertenecientes al colectivo Memoria, Verdad y Justicia de Acapulco denunciaron desorganización y falta de seguridad por parte de las autoridades encargadas de la búsqueda de personas en la entidad, durante una jornada de rastreo que comenzó el martes en la zona del poblado de La Poza, en la zona Diamante, y continuó el miércoles en la unidad habitacional El Coloso. El objetivo de estas brigadas era localizar a dos jóvenes desaparecidos.
Las activistas señalaron que el problema de los cementerios clandestinos en Acapulco no es nuevo, y que la situación persiste desde mucho antes de que fuera descubierto el rancho Izaguirre de Jalisco. Según las madres, esto indica que aún podrían encontrarse más fosas en los alrededores de la ciudad.
Socorro Gil Guzmán, presidenta del colectivo y madre de Jhonatan Romero Gil, joven desaparecido el 5 de diciembre de 2018, expresó su frustración ante la falta de apoyo por parte de las autoridades. La jornada de rastreo fue organizada por el Ministerio Público a nivel estatal, pero según Gil Guzmán, tanto la Comisión Estatal de Búsqueda como la Fiscalía General del Estado no trabajan en conjunto, lo que resulta en búsquedas superficiales y no coordinadas.
"La prueba está en que el martes comenzamos una búsqueda y la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas ni siquiera tenía un vehículo para transportarnos. Nos subimos a la parte trasera de una patrulla, que fue en la que nos llevaron. Ni siquiera la persona que manejaba tuvo la delicadeza de conducir despacio", denunció la madre, insistiendo en que, si las madres no se encargan del rastreo, las autoridades simplemente las habrían llevado a "pasear".
Además, el miércoles las buscadoras se encontraron sin el resguardo de la Guardia Nacional, lo que generó aún más inquietud entre las madres y activistas presentes.
Gil Guzmán también alertó sobre la falta de asignación de búsquedas para muchas familias. Hay familias que llevan tres, cuatro, cinco, seis años y nunca han tenido una búsqueda. Si no la solicitan, la Fiscalía jamás les da una búsqueda, explicó.
Por su parte, Nadia Romero Gil, hermana de Jhonatan, destacó que no solo en Acapulco, sino en todo el estado de Guerrero, existen más sitios de entierros clandestinos. Aseguró que grupos de madres buscadoras en Acapulco han encontrado restos en fosas ilegales en varias zonas de la ciudad durante los últimos años.
"El problema de las fosas clandestinas en Guerrero, en Iguala, Chilpancingo, y Acapulco, no es algo reciente. Lo que pasa es que ahora, con el hallazgo del rancho Izaguirre, parece que están más enfocados en encontrar fosas, pero nosotros vivimos con esta realidad desde hace mucho tiempo", dijo Nadia Romero.
En su intervención, Nadia subrayó la urgencia de un cambio en la forma en que las autoridades manejan la situación. "Lejos de normalizar el hecho de que haya personas desaparecidas en todo el país, debemos exigir que las autoridades trabajen. Queremos seguridad; nadie debería desaparecer, sin importar si es el peor delincuente del mundo. Para eso existen las cárceles y las leyes", enfatizó, cuestionando lo que les espera a las familias si el sistema de justicia no actúa con seriedad.
Finalmente, el colectivo Memoria, Verdad y Justicia de Acapulco retomó este miércoles la colocación de fotografías de sus familiares desaparecidos en el quiosco del zócalo de la ciudad, luego de que autoridades municipales retiraron sus materiales a principios de enero bajo la justificación de que generaban "mala imagen a los turistas".